Elige alimentos menos contaminantes
El ganado vacuno y ovino libera metano, un gas de efecto invernadero muy fuerte, como parte de su proceso digestivo. Limitar las comidas con carne de res o cordero a solo una vez por semana en una familia de cuatro personas equivale a las emisiones que se evitan si no se conduce un automóvil promedio por 1,500 millas.
Tu impacto
Consejos y pasos de la acción
Introducción
¿Quién lo hubiese dicho? Las vacas, ovejas y cabras crean gas metano, un gas de efecto invernadero muy fuerte, como parte de su proceso digestivo normal. Este proceso se llama "rumia"; en lenguaje sencillo, se dice que "eructan" metano. El metano es más de 30 veces más fuerte (y perjudicial) que nuestra emisión climática más habitual, el dióxido de carbono. También se crea a partir del estiércol del ganado y otros animales. En total, el metano y otras emisiones climáticas producidas por vacas, ovejas y otros animales constituyen casi el 5% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial y el 4% en los Estados Unidos. El ganado vacuno tiene el mayor impacto en esta categoría.
Además, la ganadería consume una gran cantidad de agua, cereales, tierra y energía para producir tan solo una libra de carne. El consumo de carne tiene un impacto global considerable en nuestros recursos naturales. Limitar tu consumo semanal de carne de res y de cordero, aunque solo sea un poco, ayuda a reducir significativamente tu impacto sobre el cambio climático y a preservar otros valiosos recursos naturales.
En cambio, las frutas, verduras, cereales y otros alimentos de origen vegetal tienen un impacto mucho menor, casi 20 a 1. Además, comer alimentos que generen menos emisiones también puede ser muy beneficioso para la salud. Las investigaciones demuestran que la dieta más saludable es aquella basada en alimentos de origen vegetal, con cereales integrales y una cantidad baja o nula de proteína animal.
1Conoce la huella de carbono de distintos alimentos
Los alimentos varían mucho en cuanto al impacto que tienen en las emisiones climáticas. Aquí tienes algunas pautas:
La carne de res y de cordero es la que más emisiones genera. La carne de res produce casi 7 libras de emisiones de CO2 por porción de 4 onzas.
El queso, la carne de cerdo y el marisco están en el siguiente grupo, con algo menos del 30% del impacto de la carne de res y de cordero.
Las aves de corral, el pescado, la leche y los huevos están apenas por debajo del 20% del impacto de la carne de res y de cordero.
Los frutos secos, los cereales, frijoles, las frutas y las verduras tienen un impacto muy bajo, en torno al 5% o menos del impacto de la carne de res y de cordero.
Si reemplazas tan solo una vez por semana la carne de res o de cordero por alimentos de bajo impacto como frijoles, los cereales o frutos secos, una familia de cuatro personas puede ahorrar emisiones equivalentes a un recorrido en automóvil de casi 1,500 millas. Si lo reemplazas con aves de corral, peces o huevos una vez por semana, el impacto es similar a un recorrido de 1,200 millas en automóvil.
2Intenta reducir el consumo de carne de res y de cordero
Reducir el consumo de carne de res o cordero de la familia en una o más comidas por semana puede tener un gran impacto. Incluso pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Aquí te dejamos algunas ideas adicionales para tener en cuenta:
Ventaja adicional: beneficio para tu salud. Comer menos carne roja también puede mejorar tu salud a largo plazo. Un consumo elevado de carne roja puede aumentar el riesgo de padecer enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Estudios recientes han demostrado que cambiar una porción diaria de carne roja por otros alimentos como pescado, aves, frutos secos, legumbres, lácteos bajos en grasa y cereales integrales podría reducir el riesgo de muerte prematura por enfermedad cardíaca, cáncer u otras causas en un 7-19%. Comer fuentes de proteínas que generen menos emisiones de carbono no solo ayuda a proteger nuestro futuro contra el cambio climático: también te ayuda a proteger tu futuro. Consulta a tu médico para obtener más información sobre recomendaciones nutricionales y los cambios que pueden favorecer tu salud.
¡Haz que sea divertido! Cambiar la rutina de tus comidas puede ser divertido Habla con tu familia y piensen qué les gustaría comer en lugar de carne de res o cordero. Pide a todos que aporten ideas y, a continuación, hagan planes para probar cada una de ellas. Busquen nuevas recetas en Internet o en libros de cocina. O, si buscar recetas no les parece divertido, olvídense de este paso y piensen en probar platos alternativos en su restaurante favorito. Pueden probar muchos alimentos con proteínas vegetales de gran calidad, como frijoles, lentejas, quinoa y tofu, además de carnes como pollo, pescado o pavo. Estas alternativas a la carne de res suelen ser menos costosas, por lo que también te ayudarán a ahorrar dinero.
Haz lo que consideres mejor. Las decisiones que tomamos con nuestra alimentación son muy personales, y también influyen muchos factores culturales y comunitarios. Elige lo que sea mejor para ti y tu familia.