En general, lo ideal es que apagues las luces cuando salgas de una habitación.  Esto se aplica a todas las luces, excepto las LFC.  Las LFC (luces fluorescentes compactas) consumen un pico de energía cuando se encienden.  Se recomienda que las LFC solo se apaguen cuando no se van a usar durante más de 15 minutos.  Para el resto de focos, comienza a crear un hábito.  Y, si ves una habitación vacía con las luces encendidas, apágalas.

Pega una nota.  ¿Te cuesta acordarte de apagar las luces?  Pega una nota. Los buenos hábitos permiten ahorrar energía.  Apagar las luces al salir de una habitación y los dispositivos electrónicos cuando no se están usando puede convertirse en un acto automático si lo haces regularmente.  Pega una nota cerca del interruptor de la luz o en tu computadora para acordarte.  Además, comparte los consejos (y las notas) con otros miembros de tu hogar. También puedes convertirlo en un juego, asignando un interruptor a cada miembro del hogar.  Pega una nota cerca de cada interruptor con un nombre e incluso una cara.  Está atento y observa quién mantiene su luz apagada más a menudo.  El ganador se lleva...

Crédito extra:  Déjate llevar por la alta tecnología e instala controles de iluminación inteligentes.  Los nuevos sistemas de iluminación que te permiten controlar las luces con un smartphone son una gran forma de facilitar todavía más la acción de apagar las luces.