Renueva el aire acondicionado
Los sistemas de aire acondicionado consumen el 5% del total de electricidad en Estados Unidos. Cambiar tu sistema por uno de alta eficiencia podría reducir el consumo de energía del aire acondicionado en un 15-50%, dependiendo de la fecha de fabricación de tu equipo actual.
Tu impacto
Consejos y pasos de la acción
Introducción
En algunos climas, el aire acondicionado es importante para mantener el confort en el hogar. Sin embargo, tener el aire acondicionado encendido todo el verano puede hacer que se dispare el consumo de energía y las facturas de la luz. Si tienes un sistema más antiguo, puedes cambiarlo por un modelo eficiente para reducir de manera espectacular las facturas de electricidad y tu impacto sobre el cambio climático.
Existen distintos tipos de sistemas de aire acondicionado: central, sin conductos y de ventana. Cada uno tiene sus pros y sus contras; sin embargo, todos ellos cuentan con modelos más nuevos y eficientes. Sigue leyendo para obtener más información sobre las opciones y posibilidades de ahorro.
1Decide cuándo hacer la renovación
Hay algunos motivos principales para pensar en cambiar tu sistema de aire acondicionado actual. Primero, si tu equipo deja de funcionar o simplemente no cumple su cometido (no tiene potencia suficiente, por ejemplo si construyes una nueva habitación, etc.). Esto es bastante evidente. Otra razón para cambiarlo es porque el equipo sea tan antiguo o ineficiente que la renovación se pagaría sola con los ahorros en la factura de electricidad. A continuación, te damos algunas pautas para plantearte si vale la pena el cambio y en qué momento.
Año de fabricación del equipo de aire acondicionado. Si tu aire acondicionado es antiguo, fabricado antes de 1980, con un nuevo modelo ahorrarás entre un 30% y un 50% en el consumo de energía. Sin embargo, incluso si tu equipo tiene solo 10 años de antigüedad pero tiene una clasificación de eficiencia energética baja, cambiarlo por un modelo más eficiente podría ahorrarte un 20-40% en los costos operativos.
Costos iniciales. El gasto anual promedio en energía de refrigeración es de solo $100-$150 por año para las unidades de ventana y de $300-$400 por año para las unidades centrales. Incluso si te ahorras el 50% con la renovación, el ahorro anual será de solo $50-$75 para las unidades de ventana y de $200 con un sistema de calefacción central. Con un costo promedio de $200-$300 por cada nueva unidad de ventana y $2,000 o más para una unidad central, tardarías entre 5 y 10 años en amortizar la inversión.
Considera la posibilidad de instalar una bomba de calor. Si también necesitas renovar el sistema de calefacción, lo más rentable es instalar un calentador de bomba de calor que también proporciona refrigeración.
Primero la eficiencia. Antes de cambiar el sistema de aire acondicionado de tu hogar, piensa en las mejoras de eficiencia energética que necesites. Algunas acciones sencillas, como aislar el ático o impermeabilizar tu casa, pueden reducir la cantidad de energía necesaria para refrigerarla. Si hacer estas mejoras antes de comprar tu nuevo sistema de aire acondicionado, quizás puedas comprar un sistema más pequeño, con lo que ahorrarás dinero en la compra, la instalación y el funcionamiento. Además, consulta la acción No te calientes para obtener otros consejos sobre cómo mantener el calor a raya y reducir el uso del aire acondicionado.
En última instancia, la decisión de cambiar el equipo dependerá de tu presupuesto y prioridades.
2Infórmate sobre las opciones de aire acondicionado
Si estás listo para hacer el cambio, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Primero, decide qué tipo de sistema es el mejor para tu hogar. Existen tres tipos de sistemas de aire acondicionado: sistema central, minisplit sin conductos y de ventana o de pared. Aquí tienes más información sobre cada tipo:
Aire acondicionado central. Existen dos tipos de climatización central: sistema split o unidad compacta. En un sistema split, el compresor/condensador está en el exterior y el evaporador, dentro de la casa. Si en tu casa ya tienes caldera pero no aire acondicionado, lo más económico es instalar un sistema split. En la unidad compacta, todo está afuera. Las unidades compactas suelen incluir también la función de calefacción, por lo que ya no es necesario tener una caldera aparte en el hogar.
Las unidades centrales son más eficientes que las que van por sala, pero su instalación es más costosa. Además, quedan ocultas, no hacen ruido y son fáciles de operar. Los sistemas centrales se clasifican según el índice de eficiencia energética estacional (SEER). Elige un sistema que, como mínimo, tenga la clasificación Energy Star, y si quieres mayores ahorros, busca un SEER más alto. Revisa la información de Energy.gov sobre las unidades de aire acondicionado central y esta guía de Consumer Reports para ver más factores que debes tener en cuenta.
Sistemas de aire acondicionado minisplit sin conductos. Los sistemas minisplit son similares a las unidades compactas en las que todo el equipo está afuera y los conductos de aire atraviesan la pared exterior para distribuir aire caliente o frío. Sin embargo, estos sistemas no utilizan conductos. Tienen pequeñas unidades interiores que se instalan en la pared y distribuyen el aire. Son sistemas flexibles y pequeños, adecuados para dividir una casa en zonas y calentar o enfriar habitaciones individuales. Muchos modelos pueden tener hasta cuatro unidades interiores conectadas a una unidad exterior. Cada unidad interior tiene su propio termostato, por lo que puedes ahorrar energía y dinero. Estos sistemas suelen ser más fáciles de instalar y evitan las pérdidas de energía de hasta un 30% que se producen con los sistemas de conductos centrales. Para más información, consulta la guía de Energy.gov.
Unidades de ventana. Las unidades de ventana solo enfrían la habitación en la que se encuentran, por lo que los costos operativos pueden ser menores. Estas unidades también se clasifican por un índice de eficiencia energética (EER). Cuando vayas a comprar, busca como mínimo la etiqueta Energy Star. Elegir el tamaño adecuado es importante; en realidad, una unidad demasiado grande puede tener un rendimiento inferior. Además, asegúrate de confirmar que tu sistema eléctrico cumple los requisitos de la unidad. Para más información, consulta la guía de Energy.gov.
Considera un nuevo sistema de calefacción y refrigeración con bomba de calor. Si también necesitas renovar tu sistema de calefacción, por un poco más de lo que cuesta un sistema únicamente de refrigeración central puedes instalar un sistema de bomba de calor que proporcione tanto calefacción como refrigeración. También es muy eficiente y los hay sin conductos. Si deseas reemplazar las unidades de pared con un sistema de refrigeración completo para tu hogar pero no tienes un sistema de conductos, esta suele ser la mejor opción.
También puedes obtener más información sobre los sistemas de aire acondicionado con la infografía de Energy.gov.
3Elige un sistema y contrata la instalación
Si ya estás listo para hacer el cambio, busca un profesional que te ayude a elegir e instalar el sistema adecuado. No olvides pedir referencias y presupuestos antes de tomar la decisión. Por último, una vez que hayas instalado el nuevo sistema, asegúrate de realizarle el mantenimiento adecuado para garantizar la máxima eficiencia, ahorro de energía y confort.